Arabes con los ojos puestos en Perú

Si de algo hay que enorgullecerse, estos días, es del éxito de la reunión de mandatarios de Sudamérica y los países árabes ASPA-2012 por la gran oportunidad que se nos presentó para reafirmar nuestras relaciones comerciales con nuestros países vecinos y la comunidad árabe.

Las medidas de seguridad fueron impecables y la atención a los visitantes propio de un anfitrión civilizado que sabe atender a sus invitados con amabilidad, buenos modales, buena bebida, buena comida y en un agradable ambiente de danzas y música.

Sin ánimo de caer en exageraciones, pienso que ya somos, junto a Brasil y Chile, los líderes regionales donde los inversionistas del mundo están poniendo sus ojos. Esto por las grandes oportunidades que les ofrecemos para hacer buenos negocios, mientras Europa y los EEUU, lamentablemente, atraviesan serias crisis de las que aún no pueden salir y se ven obligados a poner escollos a nuestras expórtaciones, que hay superarlos. Por eso, la presidente del Brasil, Dilma Rousseff tiene razón cuando dice «Existe la necesidad que nuestra economía y cooperación sean más solidarios contra el proteccionismo disfrazado que se está imponiendo para reducir las exportaciones de nuestros países».

Sin embargo, hay algo que está a nuestro favor, los árabes, que tienen miles de millones de capitales disponibles, están muy preocupados por los riesgos que deben afrontar en estas grandes regiones (Europa-USA). Por eso, ven a Latinoamérica con buenos ojos, porque aquí les ofrecemos mayor estabilidad económica y un futuro mucho más promisor, con un crecimiento que supera el 6% anual, un mercado casi virgen que crece y una inflación controlada.

Terminado el ASPA el balance es favorable, especialmente para Perú. Pero, esto no quiere decir que, luego de la tarea cumplida por la buena organización del evento, nos pongamos a disfrutar de una prolongada siesta. Sería un gran error. Esto recién empieza y hay que aprovechar los motores encendidos para emprender la marcha antes que se apaguen y enfríen, y nos quedemos en el intento.

Hagamos que esa distancia, que aún nos separa de los bolsos llenos de petrodólares de los jeques, se acorte. Lo que compran los árabes a Perú apenas pasa los 200 millones de dólares anuales, es decir un sencillo, una chauchilla, unos cuantos centavos para la cantidad de plata que se gastan en otros países.

Actualmente tienen un fondo dispopnible que bordea los 600 mil millones de dólares, destinado a inversiones y tienen interés de invertir en proyectos mineros, energía y agua. Si pudiéramos captar solo el 2% de estos inmensos capitales, es decir 12 mil millones de dólares estaríamos saltando en un solo pie de puro contentos. Ahora no los tenemos y debemos captarlos.

Para estar cerca a los países árabes lo primero tenemos que hacer es pedirles que sus aviones aterricen en el Jorge Chávez por lo menos una vez a la semana y que su línea de bandera Emiratos Árabes, o la Qatar Airways extiendan sus vuelos a Lima y no se queden en Brasil. De esa manera podremos enviarles los productos agroindustriales que ellos necesitan para completar su dieta diaria. Igualmente, que sus barcos cargueros se lleven directamente nuestros minerales desde nuestros puertos y no los adquieran a terceros, como ocurre ahora, donde los intermediarios, que nos compran a precios bajosy los revenden a los árabes con extremas sobre-ganancias, son los beneficiados, tal como sucede con el cobre y el hierro.

Es verdad que el ASPA nos abre las puertas pero, si no sabemos aprovechar de esta brillante portunidad, seguiremos igual. Esperamos que el ofrecimiento de abrir oficinas comerciales en el Medio Oriente se concrete rápidamente, sin darle muchas vueltas, para dinamizar el flujo. Del mismo modo le tomamos la palabra al Ministro de Economía y Finanzas Luis Miguel Castilla quien dijo a sus anfitriones que está en la agenda del gobierno reducir el próximo año la burocracia y «tramitología» que complican las inversiones en el país. «Estamos conscientes de ello y esperamos realizar una reingeniería en los trámites que suelen ser engorrosos». Afirmó en su exposición a los visitantes.

Tenemos mucho que venderles a los árabes como la papa que ahora lo compran de Polonia, al igual que lo hace el Brasil. Aquí tenemos este tubérculo en abundancia y en mayor variedad y calidad. Igualmente podemos venderles tomate, cacao, maíz, cebolla, quinua, yacón y frutas, granos andinos y nuestros variados productos de mar, así como nuestra palma aceitera.

A decir de los colegas periodistas que nos visitaron, la lana de alpaca y vicuña son también muy apreciados en sus países. Igualmente las prendas de algodón, especialmente los polos, así como las bufandas de lana de oveja. No olvidemos que los días en el Medio Oriente son muy calurosos pero también sus noches son extremadamente frías. Y nosotros tenemos la facilidad de fabricar prendas pára todas las estaciones y climas.

Asimismo, os árabes tienen interés en el cacao y café orgánicos. Están dispuestos a dewsenvolsar 200 millones de dólares para la construcción de cinco hoteles en Lima y provincias y otro tanto en la construxcción de un megacentro comercial en la Costa Verde. Lo único que tenemos que hacere es darles todas las facilidades y no buscarle tres pies al gato, con papeleos de nunca acabar. Y, lo que es más vergonzoso, con coimas que los malos funcionarios suelen pedir para agilizar los trámites.

Pienso que si queremos conquistar a los árabes tenemos que haceerlo por el estómago, donde podemos ofrecerles una ionsuperable varioedad de productos de costa, sierra y selva. Además, hay que darles confianza, seguridad y facilidades.

hay que trabajar de manera seria, en primer lugar en la firma de un tratado de Libre Comercio y luego atrayendo capitales con proyectos que los beneficien a ellos y a nosotros porque a nadie le va a gustar poner su dinero en actividades o proyectos que no sean rentables. Proinversión tiene que redoblar su esfuerzo para no dejar escapar estos capitales. Igualmente, todo el aparato del estado tendrá que ponerse las pilas para acelerar las reformas del estado aún pendientes y apoyar más decididamente a los agricultores. Porque, no se trata de firmar tratados de libre y comercio a diestra y siniestra sino de responder a los retos que implican estos compromisos para cumplir con los volúmenes y calidad de los productos que nos soliciten.

Parte de esas inversiones, si vienen, se deben orientar a la infraestructura, energía y ciencia y tecnología. Es urgente mejorar nuestros puertos y aeropuertos, canales de irrigación, campos de cultivo. No olvidemos que falta terminar con la red del tren eléctrico en Lima, la pavimentación de aproximadamente 25 mil kilómetros de cerreteras, así como el tendido de banda ancha para las conectividad a través de la fibra óptica. Y siempre preservando nuestro ecosistema para evitar conflictos sociales. Por su parte, el estado tiene que invertir más en educación para satisfacer la demanada de técnicos, profesionales y obreros altamente capacitados.

Otros temas positivos que se tocaron en el ASPA-2012 fueron el respaldo al estado de Palestina como nación libre y soberana, el conflicto interno en Siria, el repudio a toda forma de terrorismo, el apoyo a los procesos de pacificación y reconstrucción democrática y el respeto a todas las religiones. La Declaración de Lima también está en contra de la fabricación de armas nucleares.

Ahora, lo único que se espera es que los acuerdos adoptados en esta cumbre no caigan en saco roto y, después de tres años, cuando el 2015 los mandatarios de América Latina y la Liga Arabe se vuelvan a reunir, esta vez en Arabia Saudita, no se tengan que avergonzar de sus promesas y acuerdos incumplidos.

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