Aclamado por el mundo, y en medio de una cobertura periodística nunca antes vista, que incluyó la transmisión en directo de los principales canales de televisión, cadenas de radio y reporteros de casi todos los diarios limeños, Mario Vargas Llosa, el más grande escritor peruano recibió de manos del rey de Suecia el máximo galardón que otorga la humanidad a un escritor, el Premio Nobel de Literatura 2010.
Luego de haber impactado al mundo con un discurso de asolescente enamorado, de hombre apasionado y de un escritor humanizado hasta las lágrimas, nuestro insigne literato, afónico de tanto hablar en entrevistas, discursos y citas culturales entró por la alfombra roja a los sones de la orquesta Filarmónica de Estocolmo y luego de escuchar atentamente los argumentos de su nominación y una breve semblanza de su brillante trayectoria y obra, visiblemente emocionado recibió de manos del Rey Carlos Gustavo XVI de Suecia la medalla con la imagen de Joseph Nobel y el diploma que lo acreditan como ganador del Premio Nobel de Literatura 2010 el mismo que incluye un estímulo pecuniario que supera el millón cuatrocientos mil dólares .
En ese preciso instante sonaron los clarines en el Salón de Conciertos de Estocolmo, adecuadamente adornado para la ocación con flores naturales y lleno de cientos de privilegiados espectadores, entre los que se encontraban su esposa Patricia, sus hijos y familiares más cercanos y la delegación peruana presidida por el Ministro de Cultura Juan Ossio. El recinto estalló en aplausos y el Perú entero vibró de felicidad.
En Perú, se celebro a lo grande este acontecimiento, como no podía ser de otra manera, unos viendo las imágenes por televisión en sus hogares, en las oficinas, calles y plazas donde se instalaron pantallas gigantes de televisión. En algunos planteles educativos se pusieron televisores para que los alumnos no se pierdan esta histórica ceremonia. En Arequipa, tierra natal de Mario, la fiesta fue con danzas y música.
No era para menos, Vargas Llosa, el ciudadano del mundo, se merecía esto y mucho más porque, además de ser nuestro más encumbrado escritor, es uno de los más equilibrados pensadores del presente siglo, defensor de la democracia, custodio de la moralidad y centinela de la legalidad. Sus comentarios en defensa de la libertad que se publican en varios diarios del mundo son permanentes jalones de oreja porque dicen la verdad cruda y sin medias tintas.
Este Premio Nobel lo disfrutamos con orgullo y lo hacemos nuestro. Felicitaciones Mario y nuevamente gracias por hacer flamear las letras peruanas en la cima del mundo.
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