En declaraciones a la televisión, Kenji Fujiomori dijo que “lamenta mucho que el Presidente Humala no tenga buenas relaciones con su padre y que él y sus hermanos ( nombrándolos uno a uno)sí los tienen y que lo quieren mucho. En la noche al dar la noticia y presentar esta irrespetuosa indirecta, Mónica Delta, conductora del informativo central de Frecuencia Latina, haciendo un gesto, que seguramente repitieron miles de televidentes, comentó que “esta buena relación debe ser con la madre también”, seguramente recordando el maltrato que sufrió la señora Susana Higuchi madre de Kenji, encerrada en su habitación por órdenes del entonces mandatario Alberto Fujimori, no solo con llave sino con saña y alevosía. Por supuesto que ninguno de sus hijos salió en su defensa. Al contrario, la abandonaron porque prefieron seguir disfrutando de la comodidad palaciega. Keyko incluso le arrebató a su madre el puesto de primera dama. Susana, enferma y abatida, tuvo que refugiarse en el local de una academia que tenía en San Borja.
Acostumbrado a los engreimientos del padre, Kenji cree que todavía es dueño del poder y se da el lujo de insultar hasta al presidente de la República a quien lo calificó de “gris” al declarar que “Nadine brilla porque tiene a su lado a un presidente gris”, olvidando que él brilla por su padre, gracias a la educación que este le pagó, a él y a sus hermanas, en una universidad de los EEUU con el dinero de todos los peruanos porque nadie cree que haya sido con préstamos y la venta de sus bienes. No hay que olvidar que Alberto Fujimori ha aceptado los cargos que se le atribuyeron y ha sido condenado a 25 años de prisión.
Como seguramente diría mi abuela, si estuviera viva, este mocoso es atrevido y malcriado. No respeta a nadie, ni siquiera a su padre porque ningún hijo se atrevería a mostrar la fotografía de la herida que padece su padre, tal como lo hizo él para impresionar seguramente a la prensa. Y parece que le salió el tiro por la culata porque varios medios salieron a decir que eran “fotografías engañosas”.
Pienso que la familia Fujimori está totalmente equivocada queriendo presionar por la mala al presidente Humala para lograr el “indulto humanitario”. No es con insultos que lo lograrán. Lo más inteligente hubiera sido tratar este asunto con la mayor reserva posible y con humildad, no de manera irrespetuosa, prepotente y a través de los medios. Su soberbia los llevará a hundir más al padre. Es tal su orgullo que se niegan a admitir que su padre es culpable. Y eso no es así.
Para mí que la excarcelación de Fujimori, sea por la vía del indulto, el perdón o cualquiier figura, tendrá repercusiones nefastas para el gobierno. Y no creo que, en caso de salir libre, se quede en Lima. Se irá al Japón más rápido que inmediato con el pretexto de «seguir un mejor tratamienmto médico». Será para arreglar sus asuntos pendientes con su ex mujer japonesa, su cuñado y su hermana, depositarios de sus secretos y su fortuna mal habida. Esto es igual al caso de la Univesidad Católica, no es la salud académica lo que interesa sino el baúl del tesoro. En otras palabras, el interés no es al chancho, sino al chicharrón.
ULTIMO MINUTO
El ex dictador Alberto Fujimori, condenado a 25 años de prisión, solicitará formalmente su indulto por razones humanitarias. Así lo hicieron a conocer sus hijos Keiko, Kenji y Sachie a taravés de una carta que leyeron en las puertas de la clínica San Felipe donde hasta ayer permanecía para un chequeo médico de rutina. Este pedido será formalizado en los próximos días, según declararon. Inmediatamente se supo de esta decisión, las reacciones no se dejaron esperar. Los familiares de las víctimas de asesinatos cometidos en los Barrios Altos y la Cantuta, pegaron el grito al cielo. El presidente del Congreso Víctor Isla, de la bancada oficialista, dijo que el indulto «solo procedería en caso de enfermedad terminal». La cosa es que los fujimoristas lo han puesto al presidente Ollanta Humala entre la cruz y la espada y es él quien tiene la última palabra. No hay nada que hacer, lo arrinconaron y lo conminaron. Si es inteligente tiene que someterse estrictamente a ley para no quedar como una zapatilla y se le venga medio mundo encima.