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Día Internacional de los trabajadores

30 abril, 2015

DIA INTERNACIONAL DE LOS TRABAJADORES

Lo que hasta hace poco se conocía como el “Día Internacional del trabajo”, con mayor propiedad se ha convenido en llamar de manera oficial al 1 de mayo, como el “Día Internacional de los Trabajadores”
El asunto es que, el Primero de Mayo, es la fiesta por antonomasia del movimiento laboral mundial. Jornada que utiliza para realizar diferentes manifestaciones y pedir mejores condiciones laborales y sociales para la clase trabajadora.
Esta fecha recuerda a los Mártires de Chicago, un grupo de sindicalistas que fueron ejecutados en Estados Unidos por su participación en las jornadas de lucha por la consecución de la jornada laboral de ocho horas, que tuvieron su origen en la huelga iniciada el 1 de mayo de 1886 y su punto álgido tres días después, el 4 de mayo, en la Revuelta de Haymarket.
A partir de entonces se convirtió en una jornada reivindicativa de los derechos de los trabajadores.
Sin embargo, por traer malos recuerdos, en Estados Unidos, Canadá y otros países no se celebra esta fecha. En su lugar se celebra el Labor Day, el primer lunes de septiembre, con un desfile realizado en Nueva York y organizado por la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo.
El presidente norteamericano Grover Cleveland, auspició que la celebración fuese en septiembre, por temor a que la fecha del 1 de mayo sea utilizada por el movimiento socialista en los Estados Unidos reforzando su importancia. Canadá se unió a conmemorar el primer lunes de septiembre en lugar del primero de mayo, a partir de 1894.
Las malas condiciones laborales de los trabajadores en plena Revolución Industrial contribuyeron al surgimiento del movimiento obrero y sus reivindicaciones. Precisamente una de las reivindicaciones básicas de los trabajadores, era la jornada de 8 horas y uno de los objetivos prioritarios era hacer valer la máxima de: «ocho horas para el trabajo, ocho horas para el sueño y ocho horas para la casa».
El 23 de abril de 1919, el senado de Francia ratificó la jornada laboral de ocho horas e hizo que por primera vez el 1 de mayo de 1919 fuera un día no laborable.
Dos meses antes, en España, la célebre huelga de la empresa La Canadiense, dirigida por los movimientos anarquistas en Barcelona, había conseguido que se aprobara en todo el país el Decreto de la jornada de ocho horas de trabajo, haciendo de España el primer país de Europa en promulgar esta reivindicación, aunque de 1931 a 1936, durante la República, se conmemoró en las principales ciudades españolas.
Un año después, en 1920 y tras la revolución rusa, el Soviet decidió que el 1 de mayo de convierta en fiesta nacional y día no laborable. Hubo una primera manifestación del Primero de Mayo en 1950.
En Perú, en 1905 se celebra por primera vez el 1 de mayo como “Día del Trabajo”. Y en el gobierno de José Pardo se dan las primeras leyes sobre accidentes de trabajo, el trabajo de las mujeres y los menores de edad, el descanso dominical, en fiestas cívicas y elecciones.
Finalmente, el 15 de enero de 1919 se estableció por decreto supremo la jornada laboral de 8 horas, que fue el fruto de constantes luchas.
Considero que es importante hacer algunas reflexiones a propósito del Día Internacional de los Trabajadores”, porque la situación laboral en nuestro país, desde la época de Fujimori, ha venido perdiendo terreno, luego de aquel descomunal despido masivo ordenado en su gobierno.
Y si bien es cierto que la ley protege la jornada de las ocho horas, esta no se cumple en la mayoría de centros laborales. La situación laboral en los grandes almacenes, en la minería informal, la pesca y la tala de bosques es humillante, con sueldos mínimos y descuentos por todo motivo. Y el Ministerio de trabajo no tiene capacidad de control.
Estos excesos se deben a la falta de empleo ya que el estado hace muy poco para generarlo. Siguen las trabas burocráticas para las inversiones y no existe un propósito firme de capacitar a los jóvenes. Es preocupante el aumento de la población “NI NI” (Ni estudia Ni trabaja).
Solo en Lima Metropolitana existen 300 mil personas que buscan empleo activamente. De este total el 55.1% son mujeres y el 44.9% hombres. Es muy alta la tasa de desempleo (7.6%).
Las universidades se han convertido en fábricas de profesionales, de donde egresan miles y miles de jóvenes que no encuentra empleo, porque a las universidades no les interesa un comino el futuro de los egresados sino de ganar dinero captando más estudiantes. Por eso tenemos más taxistas.
De acuerdo una encuesta sobre las 20 carreras más solicitadas por las empresas peruanas, se dejan de lado algunas carreras tradicionales como Derecho o Periodismo. Las empresas piden más profesionales vinculados con las nuevas tecnologías y telecomunicaciones, como Ingeniería Informática, redes y comunicación de datos, entre otras.
El 68% de los jóvenes da prioridad a un trabajo relacionado a su carrera profesional. Pero, no siempre encuentran una vacante.
Las profesiones con mayor demanda laboral son contadores e Ingenieros Industriales. La carrera de ingeniería es vista como una carrera muy flexible y adaptable a varias posiciones, así como Administración por su variabilidad y amplitud de procesos manejados. La de contabilidad la podemos relacionar con finanzas o tesorería, áreas fundamentales y sensibles en cualquier organización.
Pero lo que el país más necesita no son profesionales sino técnicos. Personal de mando medio. Aquí es donde el estado tiene que actuar para disminuir esa gran masa de jóvenes que pertenecen a los “NI NI” (Ni estudia Ni trabaja).
Y solo hay una forma, educándolos, capacitándolos, preparándolos.
El gobierno tiene que esforzarse en su propósito de dar una mejor educación a sus habitantes y cuidarlos a los niños desde que están en el vientre de sus madres. Y la única forma de salir de la pobreza es con la educación.
Las encuestas, los diagnósticos, las estadísticas y los censos no sirven para nada si no existe una política de gobierno que utilice esa información para mejorar las condiciones de vida de los peruanos.
Ya es tiempo pues que el gobierno piense más en los trabajadores que en favorecer solo a la empresa.