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Doblan las campanas por la muerte de Monseñor Alcides Mendoza Castro

22 junio, 2012

La catedral de Abancay está triste, fría, desolada, con aroma a flores e incienso. Los pocos  cirios encendidos se consumen en lágrimas y las campanas doblan con el repique de la agonía. Su tañido estremece la ciudad, sacudiendo con su lastimero sonido de oro y bronce las hojas de las intimpas y los posonayes que tiritan como si tuvieran frio.

Los cercos de caliche y piedra que forman los caminos que van a Illanlla y Tamburco parecen desmoronarse y si no se caen es porque los sostienen los árboles de tara y molle. El Mariño corre silencioso llevando en sus aguas una pena. Las mujeres del campo, en Aymas, Ccanabamba y Puca-Puca lloran desconsoladas y se santiguan al escuchar la noticia que corre con el viento:

Monseñor Alcides Mendoza Castro ha muerto.

Y encima del altar de la vieja catedral construida sobre una gigantesca piedra, al costado de la plaza, donde la virgen del Rosario, patrona de la ciudad, apareció una y otra vez porque no quería estar en Qoroani sinó en Abancay, derrama unas lágrimas por quien tantas veces levantó allí el cáliz y consagró la hostia, delante de ella, para luego dársela a los feligreses que casi siempre repletaban  su sagrado templo con el fin de escuchar su voz en quechua y español.

El cáncer, que no perdona a nadie, se lo llevó para siempre a los 84 años de edad. Nos queda el recuerdo de haber sido el primer Obispo que tuvo la diócesis de Abancay, el cura que habiendo nacido en La Mejorada, un humilde pueblo de Huancavelica, llegó a ocupar importantes cargos en el clero. Pero, no solo fue el primer obispo de Abancay sino el más joven del mundo, de  solo 30 años de edad, que consagraba el Papa Pio XII.

A los 34 años participó en el Concilio Vaticano II y el 5 de octubre de 1983 el Papa Juan Pablo II lo nombra Arzobispo Emérito del Cusco. Y es al frente de esta Arquidiócesis que recibió al Papa Benedicto XVI cuando el santo Padre todavía era un Cardenal.Y luego al Papa Juan Pablo II. Asimismo prestó servicios pastorales en Ayacucho y posteriormente fue nombrado Vicario Castrense del Perú con el grado de General. En el 2008 el Presidente de la República Alan García Pérez lo condecoró en Palacio de Gobierno con la Orden de Mérito en el grado de Gran Cruz y la 91 Plenaria de Obispos del Perú le otorgó la Medalla de Oro de Santo Toribio de Mogrovejo por sus Bodas de Oro sacerdotales.

En una bella carta que nos escribe la Madre Hortensia Trujillo de la Cuba (Sor Tarcisia), basada en un artículo biográfico de una de sus exalumnas, María Edith Vegacenteno de Olarte, nos recuerda, asimismo, que Monseñor Alcides Mendoza Castro estudió en los Seminarios de Ayacucho y Arequipa y en la Facultad de Teología en Lima. Como primer Obispo de Abancay construyó la residencia Episcopal, fundó el orfanato «Casa de la Divina Providencia» y el Monasterio de las Carmelitas Descalzas.

En Cusco reabrió el Seminario San Antonio Abad, construyó el Asilo de Ancianos Desamparados. Con ayuda de las hermanas de la Madre Teresa de Calcuta construyó el Centro de Rehabilitación para Drogadictos, para los enfermos de SIDA y para los niños de la calle. Igualmente, construyó cinco orfelinatos, una Escuela para Ciegos y creó un sistema de quioscos para la venta de sus productos y así puedan contar con un ingreso económico.

A| Monseñor Mendoza Tuve la oportunidad de conocerlo personalmente en Abancay, cuando yo era aún un adolescente y él visitaba la casa de mis abuelos. Posteriormente, en Lima volví a verlo en las misas que mandaba oficiar la familia Hiraoka, propietaria de Importaciones Hiraoka, por la gran amistad que lo unía con los esposos Carlos y Rosa y sus hijos y en cuya empresa trabajé por muchos años. En las pocas ocasiones que nos vimos de lo que más conversábamos era de Abancay, de la amabilidad de su gente, de sus misas en quechua que acostumbraba celebrar en los templos del Señor de la Caída, \Illanlla y Tamburco y la devoción de los fieles para celebrar sus fiestas patronales. Sus recuerdo siempre fueron gratos.

Se fue un amigo, un hombre de bien y un excepcional pastor de la Iglesia. Que su cuerpo descanse en paz en su tumba de la Catedral del Cusco y su alma en los cielos de Abancay.

Quienes son los radicales?

19 junio, 2012

Mientras el partido de gobierno Gana Perú se resquebraja por la deserción de varios de sus militantes, la alianza parlamentaria hace agua por todos lados y la familia Humala se deshace, los voceros de los partidos de derecha y los medios de comunicación que los secundan se aprovechan para hacer leña de este árbol caído.

Unos celebran diciendo que Gana Perú se depura y que eso está bien. Otros, aseguran que Humala se ha limpiado de los ultraizquierdistas y que ahora podrá trabajar mejor porque más vale solo que mal acompañado. El Comercio, uno de los diarios más felices con este sisma, abrió su primera página con un titular a seis columnas asegurando que “los radicales empiezan a abandonar Gana Perú” y en un sub título dice que “el oficialismo se decanta” y que esto servirá para ratificar los postulados de la llamada “Hoja de ruta”.

Aplaudir este resquebrajamiento y hacer reventar cohetes por la renuncia de varios congresistas de las filas de Gana Perú, es un error porque, así como son odiosos los monopolios porque benefician solo a algunos malos empresarios, el unipartidismo, como lo viene alentando la derecha, es repudiable porque puede terminar en una dictadura llevándonos a situaciones inmanejables, tal como ocurrió con el gobierno de Fujimori, que no solo destruyó la democracia sino que quiso perpetuarse en el poder aliándose con las FFAA para hacer unas elecciones amañadas. Y ya vimos cómo terminó.

Alberto Fujimori también llegó a la presidencia engañando a la izquierda y al Apra con un programa tirado más a la izquierda y terminó aplicando el programa liberal de Mario Vargas Llosa, el candidato del FREDEMO. Toledo hizo lo mismo, se valió de las fuerzas populares para acceder al poder y luego se alió con quienes se regocijaban con el insulto de “auquénido” que le endilgó el padre de Lourdes Flores Nano. Ni qué decir de Alan García, con su verbo florido y cachaciento engatusó a medio mundo y se dio el lujo de convencer hasta a los chicos más recalcitrantes de la izquierda, para luego optar por un programa recontra liberal. Tuvo el desparpajo de escribir “El perro del hortelano”  para mostrarse al mundo como un abanderado de una economía puesta al servicio de los más necesitados y terminó mordido por su propio can, haciendo todo lo contrario, aglutinando todo el poder de la economía nacional en sus manos o en las manos de sus ministros y colaboradores más cercanos para favorecer a los sectores empresariales más acomodados, olvidándose de los más humildes.

Y ahora, seguimos igual, o quizá peor. Todas las esperanzas de cambio terminaron con la salida del gobierno de los pocos progresistas que ponían el necesario contrapeso político que toda democracia requiere para evitar los excesos de poder. Hoy no hay ningún puente de entendimiento político que debe existir en una democracia para que no se ponga en peligro la gobernabilidad.

Quienes lo llevaron a la Presidencia a Humala perciben que no solo los han engañado con el cuento de «la hoja de ruta»sino que no hay un buen manejo del país y quien gobierna no es él sino sus asesores militares y Nadine Heredia, su esposa, llegándose al extremo de ridiculizarlo llamándolo “saco largo”. Hasta la Dra. Greta Minaya, miembro del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), ha dicho que «Humala se siente subordinado de Oscar Valdés porque este fue su superior jerárquico en las FFAA». Más claro ni el agua. Esta percepción de marido dominado, equivocada o no, en parte se debe al protagonismo y demasiada exposición de la primera dama. Felizmente que esta presencia pública, innecesariamente excesiva, ha ido bajando en los últimos días seguramente porque el run run de la gente ya llegó a palacio. Por eso ella no viajó acompañándolo a Europa, tampoco al Brasil, pero metió la pata cuando, en ausencia del mandatario,  preguntó por la titular de Educación  diciendo “Dónde está mi ministra”, sin ser ella la presidenta (aún).Otra cosa que molesta es los quecos que le hace a su esposo, en público.

Entretanto, la situación de Cajamarca y Espinar está entrampada. Se ha llegado a un punto muerto porque hay intransigencia de ambas partes, de los dirigentes que, pueden o no tener la razón, y el gobierno. Ambos están enredados en su propia telaraña. Los primeros buscan convertirse en héroes ecológicos con miras a los próximos comicios sin darse cuenta que ya la gente los ha convertido en ídolos de barro, en extremistas de la política. Y,  el gobierno no sabe cómo desatar este enredo porque sus operadores no gozan de credibilidad. Ya nadie los quiere porque no saben explicar las cosas, ni tienen capacidad para resolver los conflictos, tampoco les da la gana de hacer estudios serios para saber si estas minas contaminan o no el medio ambiente, ni siquiera pudieron explicar a la población, que se siente afectada, los resultados del último peritaje y el estudio de Impacto Ambiental (EIA) que ellos mismos mandaron hacer. Por la falta de una adecuada comunicación dan la impresión que se pusieran más al lado de la empresa y no del pueblo. No saben escuchar solo reprimir. Esto ha hecho que la aceptación presidencial, según las últimas encuestas, haya bajado como por un  tobogán.Tuvo que salir el presidente de la Compañía de Minas Buenaventura y accionista de la Newmont Roque Benavides para aclarar algunos puntos, como la construcción de reservorios para ampliar las reservas de agua en Conga, de 3.5 millones cúbicos de agua a 14 millones cúbicos. Esto no es nada nuevo, pero lamentablemente los funcionarios del gobierno no pudieron explicarlo con claridad. Quizás hasta debieron hacerlo en quechua para que lo entiendan bien los comuneros.

Los puentes están rotos. De eso no cabe duda. Y la única forma que esta situación acabe es que salgan del gabinete quienes se han convertido en las manzanas de la discordia, el presidente del Consejo de Ministros y los titulares de Defensa y del Interior porque han entrado a ocupar estos cargos de manera forzada, en contra de la opinión pública. El mandatario tiene que darse cuenta que estos funcionarios tienen mucho rechazo. Y con  ellos debe salir también el Ministro de Energía y Minas porque tampoco ha podido resolver este entripado, poniendo en peligro la estabilidad del gobierno.

Mientras ellos sigan en sus cargos estoy seguro que no habrá muchas novedades en este frente de batalla. Si se quiere lograr la tan esperada paz social hay que nombrar a un Presidente del Consejo de Ministros que tienda puentes, que promueva  consensos y no le tenga odio a los izquierdistas, ni excluya a los campesinos, a los comuneros y a los trabajadores por el solo hecho de reclamar por sus derechos conculcados. Tampoco el presidente de la República, que debe ser de todos los peruanos, los excluya de las tareas de gobierno como lo hizo con los últimos funcionarios que lo acompañaron desde el principio porque, para bien o para mal, como dijo José María Arguedas el Perú es un país de todas las sangres y en política es variopinto. Y lo que está haciendo la derecha a través de la prensa, batiendo palmas por la salida de los izquierdistas del gobierno, es fomentar el odio y la exclusión y eso es también una forma de radicalismo, peor que la que practican los anti mineros.

Esperamos, asimismo, que las bolas que la prensa ha hecho correr por las avenidas de la ciudad sobre un posible nombramiento de Castañeda Lossio como jefe del gabinete sean solo bolas porque con el caso Comunicore y otros pecadillos aún no aclarados, el remedio puede ser peor que la enfermedad.

Qué esperan Burga y Markarián para renunciar?

11 junio, 2012

Salvo que no tengan sangre en la cara o sean unos caraduras, tal como lo cree la mayoría de aficionados, no sé por qué diablos no presentan su renuncia el presidente de la Federación Peruana de Fútbol y su bien remunerado entranador a cargo de nuestro seleccionado nacional.

Cualquier otro dirigente y entrenador decentes hubieran «¡Hasta aquí nomás! tras el papelón que protagonizaron, haciendo jugar a un improvisado seleccionado nacional contra Chile, tanto en Arica como en Tacna, porque no solamente nos pusieron en ridículo ante nuestro tradicional rival sino que nos mostraron lo mal que anda el proceso de preparación.

Si Markarian fuera tan inteligente, como algunos creen, hubiera optado por hacer jugar por lo menos al mismo equipo que le empató a Bolivia en La Paz, pero no, siguió con la estrategia de preferir a los «extranjeros» que solo vienen para hacer curriculum vistiendo la casaquilla.

No cabe duda que Burga y Markarian, seguirán prendidos a sus puestos como chicles, aunque esto ya parezca una broma. No quieren dejar la teta de la federación. Claro, ahí está la plata, la mermelada y el chicharrón.

Nos duele estar en los últimos lugares de la tabla de colocaciones luego de los desastrosos partidos contra Colombia en Lima y Uruguay en Montivideo aunque para la mayoría de los periodistas deportivos charlatanes ambas presentaciones les haya parecido “buenas actuaciones”. Realmente sorprende que algunos hablen estupidez y media como si todo el Perú no hubiera visto estos encuentros. Es lamentable que, tanto ellos como sus sus empleadores vivan del engaño y se vean en la obligación de engatusar a los lectores, radioescuchas y televidente por hacer rating y tenerlos satisfechos a sus auspiciadores.

Decir que nuestra selección jugó bien es engañar a la afición porque si el equipo de Markarian hubiera jugado bien no estaríamos lamentando una nueva derrota. Ya parece un clisé eso de “Perú jugó bonito pero perdió”. 

A nadie pueden engañar diciendo que la suerte nos jugó una mala pasada. La verdad es que tenemos un equipo que da pena y un entrenador que no sabe dónde está parado porque convoca a jugadores agotados que militan en el extranjero que no les da la gana de jugar bien por nuestra selección por cuidar las piernas y la plata, excepto uno que otro como Paolo Guerrero. Si realmente amarían a su patria se cuidarían antes de cada partido como se cuidan para jugar por los equipos que militan. Son tan irresponsables que, apenas pisan suelo peruano, comen hasta no poder. Algunos hasta se van de copas y de putas. Yo no sé por qué Markarián los convoca si no van a jugar bien, desalentando a los demás muchachos que sí tienen ganas de sudar la camiseta. 

En lugar de hacerles una resonancia magnética en las piernas deberían hacérselos en el hígado y el pene.

Lamentablemente, todo esto ocurre porque tenemos en la federación a un farsante y de entrenador a un vividor, sin carácter ni autoridad. Lo que hizo últimamente el loco Vargas no tiene nombre. Eso jamás hubiera ocurrido con un entrenador serio como Didí. Recuerdo que la vez que convocó a los jugadores para el Mundial México 70 los encerró en la Escuela Militar Leoncio Prado. Y pobre de aquel que se portaba mal, lo castigaba sin importarle que sea bueno, regular o malo. Sino que me desmientan La Torre y Perico León, jugadortes que se caracterizaban por ser no muy santos y sin embargo los cuadró y los puso en vereda, sin dejarlos libres a sol ni a sombra.

Tuve la suerte de estar presente como locutor deportivo en las eliminatorias de España 82 junto con Humberto Martínez Morosini y Pocho Rospigliosi y vi de cerca dedicación de los jugadores de entonces para prepararse. Era admirable su gran responsabilidad para estar puntuales en los entrenamientos, su disciplina y el orgullo de vestir la rojiblanca. Estaban seguros de llegar al mundial porque tenían un buen entrenador y buenos dirigentes. Dichosos los que estuvimos en este mundial mundial donde Perú participó, pero nos duele que nuestros hijos y nietos que vibran con el fútbol, como todos los chicos de su generación, no tengan esa misma satisfacción por culpa de dirigentes incapaces y entrenadores oportunistas.

Por esa razón, pienso que mientras tengamos a Burga en la Federación y a Markarian como entrenador, no debemos soñar con ir al Mundial. Que ganemos uno que otro partido no quiere decir que los exculpemos. Esta selección padece de un mal de difícil curación desde que nació. Y lo únicio que queda ahora es tabajar desde cero para aspirar a la clasificación del mundial 2018, lo demás es un sueño de opio y jugar con las ilusiones de todo un país.