Uno de los guitarristas más grandes de la escuela flamenca, Francisco Sánchez Gómez, más conocido como Paco de Lucía, falleció súbitamente a los 66 años fulminado por un infarto cuando jugaba en las playas de Cancún con sus hijos Antonio y Diego, de su segundo matrimonio con Gabriela.
Adoptó el seudónimo de Paco por Francisco y Lucía por el nombre de su madre. Fue un innovador de la música flamenca y el primero que incluyó el cajón peruano para su acompañamiento. Cuando le vio a Caitro Soto tocar este instrumento se enamoró de su sonido y se lo compro y sin pérdida de tiempo se lo entregó a su percusionista Rubén Dantas, recomendándole que nunca se desprenda de él. Paco, estuvo en varias ocasiones en nuestro país. Se presentó en el teatro Mjnicipal y en otros escenarios donde deslumbró y sirvió de inspiración a muchos guitarristas peruanos jóvenes que hoy le siguen los pasos.
Su más grande éxito “Entre dos aguas” se escuchaba en los hogares, en el auto y en todo lugar donde se contaba con un tocadiscos o un tocacassett. Cuando yo trabajaba en radio, frecuentemente lo presentaba porque estaba seguro de la gran audiencia que tendría anunciando este tema.
Recibió el premio Príncipe de Asturias de las Artes, Premio Nacional de Guitarra de Arte Flamenco, Premio Pastora Pavón, entre otras decenas de distinciones en su ciudad natal Algeciras, en Mallorca donde radicaba y en diversos países.
Desde muy niño se inició en la guitarra porque su padre, quien se desempeñaba como vendedor ambulante, no tenía dinero para ponerlo en un buen colegio y le obligó a aprender este instrumento para que se pueda ganar la vida. Tenía que escaparse de la casa para jugar con sus amigos y hacer descansar sus manos.
Sin embargo de su fama, se caracterizaba por su humildad. Cuando recibió el Premio de Asturias declaró a la prensa “seguramente otros lo merecen más que yo”.
Le dedicaba tanto tiempo a la guitarra que se olvidó de vivir por eso amaba la privacidad. En realidad era tímido, de poco hablar y de fumar en demasía.
Cuando firmó un contrato para realizar una presentación en Japón, como condición le pidieron el tema “El concierto de Aranjuez” y olvidó de esa cláusula. Al recordar, solo tuvo algunas horas para ensayarlo y fue aclamado en el auditorio. Antes de su presentación, para relajarse, se puso a jugar fulbito con sus músicos en una de las calles de Tokio.
Sus rivales decían que no podían competir con él porque no era un simple músico, sino un hijo de Dios.
Con su primera esposa Casilda Sánchez tuvo 5 hijos. Uno de ellos decía que su padre siempre tenía en una mano una guitarra y en la otra una maleta por sus constantes giras al interior de España y al exterior. Le encantaba cocinar, la pesca submarina y tocar a orillas del mar.
Con paco de Lucía, se conoció más el cajón peruano y se inició la gran revolución de la guitarra flamenca. Su último disco es un verdadero homenaje a la música flamenca. Era un perfeccionista que huía de la fama, consagrando su vida a la innovación de la música flamenca y realizar presentaciones en vivo. Era lo que más le gustaba, no así la televisión por la tensión que se vive, los tiempos ajustados y la falta de contacto con su público.
Su guitarra dio la vuelta al mundo, unas veces solo y otras veces acompañado de otros genios, como el “cantaor” flamenco El Greco, Fosforito y Camarón. Por su destreza con la guitarra decían que era un genio con seis dedos en cada mano.
Fue galardonado con 2 Premios Grammy. Los españoles dicen que Paco es tan grande como Curro Romero y será muy difícil que después de él haya otro. «Paco es de esos genios irrepetibles que aparecen una sola vez». Aseguran.
El mejor homenaje que le podemos hacer los peruanos es escuchar su música y desear que descanse en paz.