Todavía me cuesta creer que aquella jovencita cusqueña, con el típico dejo de su tierra natal que no lo pudo dejar ni cuando empezó a trabajar en Frecuencia Latina, aquí en Lima, y Analí Cabrera la imitaba en «Risas y Salsa» y antes de llegar a la capital estudiaba en la UNSAC y caminaba por las frías calles cusqueñas buscando noticias, de la noche a la mañana se haya convertido en protagonista de la noticia al ser involucrada en los EEAA en una red de espionaje al servicio de Rusia.
Desde que era estudiante, Vicky siempre creyó más en Marx que en los santos y desde su trinchera en el Sinamos defendió a Velasco por sobre todas las cosas. Cuando se vino a Lima saltó a la notoriedad cuando aquel el 8 de diciembre de 1984 fue secuestrada junto con su camarógrafo Percy Raborg por miembros del MRTA y como condición para su liberación, la televisora donde ella laboraba, debía transmitir una entrevista a los cabecillas de una columna de guerrilleros ocultos en la selva, realizada por la reportera. Pedido que se cumplió.
En los círculos periodísticos nadie creyó en la veracidad del secuestro. Yo trabajaba en Panamericana Televisión y muchos colegas hicieron una mueca cuando se enteraron del caso porque sabían de sus convicciones políticas y sus vinculaciones con los sectores de izquierda porque entre colegas es difícil que podamos ocultar secretos. Lo raro fue que los servicios de inteligencia tampoco dijeran nada. Esto hizo sospechar que la entrevista fue preparada. Sin embargo, tengo que admitir que nunca se llegó a saber la verdad.
Ahora, me informo con asombro que Vicky Peláez Ocampo y su esposo el uruguayo nacionalizado peruano Juan Lázaro Fuentes fueron detenidos por enviar información a Rusia, así como por lavado de activos y distribución de dinero a terceras personas, supuestamente por ser miembros de una red de espionaje. Y que esta captura se hizo luego diez años de un paciente seguimiento que les hizo el FBI. Ambos fueron calificados como personas conflictivas y de ideas extremistas por sus crónicas y artículos que se publicaban periodicamente en el diario La Prensa de Nueva York.
Algunos analistas creen que la périodista peruana no era más que una colaboradora del espionaje ruso encargada de manejar la caja chica para el pago de los informantes.
Otra de las cosas que se dice es que la pareja de esposos se habría visto obligada a espiar para los rusos por necesidad económica, en vista que en los últimos años su situación financiera no andaba muy bien que digamos. Y si esto es cierto, no hacían otra cosa que jugar a los espías, un juego tan riesgoso como la ruleta rusa, donde se gana o se pierde. Sin embargo, aunque digan que la necesidad tiene la cara de hereje, no se justifica su delito.
Vicky Peláez además de trabajar como periodista en La Prensa de Nueva York era dirigente sindical y activista política. Era también conocida por su defensa a los derechos humanos y como defensora de las posiciones de Evo Morales, Hugo Chávez y Fidel Castro. Y según revela el periodista Gerardo Reyes en el diario El Nuevo Herald, tenía en su escritorio una fotografía de Abimael Guzmán. Igiualmente, se menciona que, con un grupo de intelectuales radicados en la ciudad de los rascacielos fundó la organización Abya Yala para defender a las comunidades indígenas latinoamericanas.
Claro, mientras no terminen las investigaciones y el FBI no muestre las pruebas, seguirán las dudas.
En su defensa se dice que pudo haber sido una forma de silenciarlos por sus duras críticas al gobierno norteamericano. Eso tendrá que aclararse porque ellos no son los únicos que despotrican contra la administración norteamericana, existen otros hombres de prensa extranjeros nacionalizados norteamericanos que le dicen vela verde a los funcionarios, incluso al propio presidente y no pasa nada.
Por eso es poco creíble que por el solo hecho de escribir artículos a favor de la comunidad latina y en contra de los abusos a los inmigrantes se tome esta represalia. Por eso es importante que el gobierno peruano vigile de cerca el proceso aunque no tenga nada que ver en este pleito porque ambos implicados tienen la nacionalidad estadounidense, Sin embargo, creemos que por lo menos debe estar al tanto del caso por razones humanitarias porque se trata de una ciudadana nacida e nuestro territorio y de un extranjero nacionalizado peruano. Aunque cabe señalar que solo cuando ellos lo soliciten y lo requieran habría que brindarles algún tipo de apoyo para no meter la cuchara en plato ajeno.
Otra de las cosas que no cuadran en este entripado es que el operativo y la captura de los supuestos espías se haya producido pocos días después de la visita del mandatario ruso para buscar un mayor acercamiento con el gobierno de los EEUU. Tan bien estaban las relaciones entre ambos gobiernos que hace solo unos días se les vió a Barack Obama y Dmitri Mendeléyev comiendo juntos una hamburguesa en un local público de Washington, como dos patitas universitarios. No vaya a ser que los que no ven con buenos ojos este acercamiento hayan maquinado este jueguito de espías.
Sin embargo, ha sorprendido a todos el hecho que, en su primera declaración ante el juez, el marido de la periodista peruana se haya declarado culpable admitiendo ser espía y que su nombre no es Juan Lázaro Fuentes, ni es tampoco uruguayo sino ruso y que su esposa también era parte de la red de espionaje, complicando aún más la situación de Vicky Peléz, a quien se le ha pedido una fianza de 250 mil dólares para salir con libertad condicional. Ahora, ¿cómo saber si el marido está diciendo la verdad?
Esperamos que la justicia de los EEUU resuelva este caso lo más pronto posible para tranquilidad de todos.
¡CONFIRMADO!
Ante un tribunal especial de Nueva York, Vicky Peláez se declaró culpable de ser parte de un grupo de espías que actuaba en los EEUU para los servicios de inteligencia de Rusia. Dijo que había recibido dinero de funcionarios rusos en Perú para solventar los gastos de la organización. Será expulsada de territorio norteamericano en cualquier momento junto con su esposo y los ocho espías capturados la semana pasada. De acuerdo a las noticias que se filtraron en horas de la tarde de hoy jueves 8 de julio-2010, la periodista peruana nacionalizada estadounidense tendrá una pensión vitalicia equivalente a dos mil dólares americanos, una casa y la protección del gobierno ruso. Igualmente podrá viajar a los países que le otorgue una visa.
Esta medida se adoptó en virtud de un acuerdo de cambio de espías entre los gobiernos norteamericano y ruso. Lo que no se ha podido determinar aún es si Peláez podrá viajar libremente a Perú.
¿Qué les parece. Estaba o no jugando a los espías?
Pero este jueguito tiene sus costosÑ Ha perdido su casa ubicada en Yonkers-Nueva York, no podrá regresar nunca más a los EEUU, sus hijos serán desalojados de la vivienda que ocupan, uno de ellos hasta perdió su apellido paterno y ella ni siquiera podrá disfrutar de las ganancias, si se le ocurriera contar su verdad en un libro, en virtud del acuerdo entre los EEUU y Rusia. Tampoco sus familiares.
Hasta ahora nadie comprende por qué la periodista traicionó al país al que juró fidelidad para nacionalizarse, a la nación que la acogió, que le brindó seguridad social, al estado que educó a sus hijos y le dió oportunidad de trabajo. Si Pocho Rospigliosi viviera, seguramente se preguntaría igual que yo ¿Qué pasó, qué pisó?
Y por más que reciba dos mil dólares mensuales, una casa y la protección del gobierno ruso, no creemos que su vida siga igual. Esta mancha la perseguirá por toda su vida.
Finalmente, a casi seis meses de la expulsión de Peláez y los otros espías,el diario moscovita Kommersant reveló que el Coronel Scherbakov, miembro del Servicio de Investigación ruso fue quien filtró la información que permitió la desarticulación de la red de espías en USA. Scherbakov había abandonado su país tres días antes de la visita del presidente Dimitri Medvedev a Washington. Al respecto el primer Ministro Vladimir Putin visiblemente molesto dijo que «los traidores acaban siempre mal. Sabemos quién es y dónde está. Traicionó, o bien por dinero, o bien porque le pillaron con algo. No lo duden, un mercader ya ha sido enviado para buscarle»
Como consecuencia de esta traición se ha determinado «una gran limpieza» en los servicios secretos rusos y ya están rodando cabezas. Así están las cosas.