Archive for noviembre 2013

El boom de restaurantes en Abancay

27 noviembre, 2013

El crecimiento poblacional de Abancay y el incremento del turismo han generado una serie de negocios vinculados a la hotelería, restaurantes y afines. Se puede decir que hay un boom en este tipo de negocios.

Apenas llegué a la tierra de Micaela bastidas, lo primero que hice fue visitar “La Quinta Verde” por las referencias que tenía, y no me hice pesar. Se trata de un hermoso local, espacioso rodeado de vegetación, (Por ahí el nombre del local). Tiene además, una linda vista panorámica. Es un lugar ideal para pasar gratos momentos en familia y también para los eventos sociales.

No cabe duda que la gastronomía está atravesando por su mejor momento en Abancay y, por consiguiente, se nota también un gran progreso en el servicio de restaurantes, quintas, hoteles, pollerías, cafeterías, cevicherías, tratorías y otros negocios afines. Un ejemplo del buen manejo de este tipo de establecimientos es “La Casa Verde” administrada por su dinámica empresaria Kelly de Valer. Sus espaciosos ambientes permiten albergar a un gran número de personas y un chef profesional se encarga de preparar los platos más deliciosos de la comida abanquina y regional. Allí saboree un picante de berros realmente espectacular, muy delicioso. El local está ubicado en el Pasaje Kennedy 111 y hasta allí se puede llegar por la Av. Garcilaso.

Otro de los locales muy concurridos es el Matías Resto-Bar ubicado en la Av. Arenas 146 donde se puede saborear deliciosos tragos como el mojito, pico sour y comer tequeños, fetuchines y un lomo en salsa de hongos. En el Restaurante Mistika de la esquina de Pachacutec con Carrión se pude pedir pescados y mariscos, platos elaborados con exquisito gusto y bien presentados.

En la heladería Mundial del Jirón Arequipa no olviden saborear como postre una copa de helados y una torta de aguaymanto y si quieren darse el gusto de probar otros postres visiten el “Iglú” en sus dos locales de la las avenidas Arenas 176 y Venezuela 517.
En el Ricochata Restobar de la Av. Prado Bajo 402, están los pescados en todas sus variedades. La gastronomía mistura está en el restaurante Scencia del Jr. Libertad 102 Parque Ocampo. Aquí les recomiendo el pollo al Cilindro.

Algunos de los platos típicos de la región están en el restaurante turístico “Wislla” de la Av. Amancaes 110 y los pollos y parrilladas al carbón en “Las Brasas”.

Hay más, como la Focarella Pizza, Diez 21, la pollería AFC Añañaw Fried Chicken, la cevichería Don Francisco, en fin una gran cantidad de locales que me faltó tiempo visitar.

No exagero al decirles que hay locales que nada tienen que envidiar a los de Lima y Cusco, Y lo más importante es que sus propietarios han tomado las cosas con mucha seriedad y cada día están ofreciendo un mejor servicio y mejorando sus locales, para dar un gran salto al progreso.

Definitivamente me dio mucho gusto ver cómo la empresa privada en Abancay se esfuerza cada día y toma conciencia de su gran responsabilidad de servicio. Felicitaciones.

El mundo reconoce que el pisco es peruano

7 noviembre, 2013

Ahora sí los chilenos tendrán que meterse la lengua al bolsillo. La Comisión Europea registró definitivamente al pisco como bebida de bandera de Perú a nivel internacional. Con esta denominación nuestra bebida gozará de inmediata protección legal en el mercado de la Unión Europea y será comercializada como producto oriundo de Perú. Esto sí es como para celebrarlo porque, a no dudarlo, las exportaciones de pisco aumentarán de manera exponencial a esta parte del mundo. Hasta ahora, los estadounidenses son los que más consumen nuestra bebida de bandera. Sin embargo, ¡cuándo no! Chile sigue solicitando también esta denominación por pendejada.

Algo de historia para que no quede duda que el pisco es peruano.

Cuando los españoles llegaron al Perú en 1535, los aborígenes ya bebían en sus fiestas y ceremonias religiosas un fermento de maíz, cañihua y frutos de molle, conocido con el nombre de aja (chicha). Y fue Hernando Enriquez, un especialista en destilación, quien trajo las primeras plantas de vid, higos, granadas y melones que fueron cultivadas en los cálidos y ricos valles ubicados al sur de la costa peruana, donde habitaban los “icas” tres mil años atrás, de acuerdo a las investigaciones hechas en ceramios y fardos funerarios hallados.

Junto a los icas vivían los piskos, nombre que significa en el idioma nativo pájaros. Se dice que estos eran grandes orfebres que se especializaron en la fabricación de vasijas de barro.

La primera elaboración de pisco, con la uva traída por Enríquez, fue en 1556. De acuerdo a un documento aparecido en 1615, el licor era destilado en falcas, peroles de cobre que tenía un techo cóncavo que terminaba en un tubo, por donde salía el vapor que se concentraba en un recipiente. Esta falca se curaba previamente con aceite, azúcar quemada y alquitrán, y se calentaba con leña.

Cuando se fabricaron los primeros alambiques de cobre, se logra un licor de mejor calidad y empieza a enviarse a España con la denominación de pisco, para competir con el jerez.

Los jesuitas de la compañía de Jesús, fueron los más grandes productores de vino y pisco, hasta que en 1767 el rey de España decretó su expulsión del Perú y la confiscación de sus 190 haciendas.

Años después, en California, el norteamericano Duncan Nicol, crea el “pisco punch” a base del pisco peruano, combinándolo con el limón de California, la lima mexicana y la piña hawaiana. Y cuando en 1920 se decreta la llamada ley seca en los Estados Unidos se empieza a elaborar bebidas alcohólicas de muy baja calidad que, para poder tomarlas, se las tenía que mezclar con jugos de frutas. A estos cócteles se denominaban como whisky sour, ron sour, brandy sour, y otros sour, de acuerdo al licor que se utilizaba con estos jugos.

A finales de los años 20 en el bar Morris del jirón de La Unión, en pleno centro de Lima, su propietario Víctor Morris prepara el primer pisco sour a semejanza del whisky sour. El éxito fue tan grande que rápidamente se extendió a los bares de los hoteles Maury y Bolívar. Y luego de haberse experimentado varias fórmulas se llegó a la ideal:

Tres medidas de pisco, una medida de jarabe de goma, una medida de jugo de limón, un cuarto de clara de huevo y cuatro cubos de hielo, batidos generosamente en una coctelera.

Que los chilenos, acostumbrados a apoderarse de todo, se quieran adueñar de esta exquisita bebida es una viveza. !El pisco es peruano…y punto! Por más que quieran imitar su elaboración no podrán lograr la calidad de nuestra bebida de bandera porque no es solo la uva, el alambique, sino dónde se produce, en qué clima y con qué agua se riega. Y, algo más importante, para su elaboración se requiere de la mano y el sentimiento de los peruanos, lo demás es una imitación que se acostumbra beber al sur de nuestra patria. Y todavía la hacen con uva que se la llevan de Perú, con la anuencia de nuestras autoridades.