El fotógrafo David Vexelman estuvo a punto de perder el conocimiento por una patada que le propino la ex congresista Nancy Obregón, en la parte que más nos duele a los hombres, en momentos que este le tomaba unas fotos para el diario Perú 21, donde trabaja. Eso sí que duele hasta el alma porque una foto vale más que mil palabras.
Pero, no solo le clavó la punta de sus zapatos en los testículos, sino que también le partió la ceja izquierda con un manotazo que le dio en la cara, con tal fuerza, que lo dejó medio atontado. Con el poco aliento que le quedaba, luego del ataque en la parte baja de su humanidad, el periodista reaccionó gritándole ¡machona!
Se cree que esta agresiva reacción de la ex congresista fue en respuesta a la publicación del diario Perú 21 que provocó la canmcelación del Programa de Gestores, proyecto impulsado por el presidente del Congreso Daniel Abugattas, actual jefe de la ex parlamenmtaria.
No es la primera vez que Nancy Obregón protagoniza un acto por demás bochornoso. El 2006 cuando fue parlamentaria irrumpió en el hemiciclo y se la emprendió a golpes con los agentes de seguridad en su intento de impedir la aprobación del TLC con los EEUU. En Tocache, donde se la conoce como una mujer violenta, vinculada al negocio de la coca, se enfrentó con la policía para impedir la incautación de insumos que se utilizan en la elaboración de pasta básica de cocaína. Los pobladores creen que «la tía» está metida hasta el cuello en actividades nada santas.
Imagino que debe estar sumamente dolida contra la prensa que evitó que su jefe concrete un proyecto por demás descabellado como lo era el Programa de Gestores donde ella y otros funcionarios iban a ganar la friolera de 7,179 mensuales.
Esta actitud muestra una vez más la calidad humana de muchos de los congresistas elegidos en los últimos comicios, desde la epoca de Fujimori donde, lamentablemente, figuran desde violadores de mujeres, come oros, robacables, farsantes, lava pies, planchacamisas, hasta tías vinculadas al narcotráfico. Y es una vergüenza que muchos sean unos ignorantes porque no saben siquiera lo que significa VRAE, (Valle de los ríos Apurímac y Ene, hoy VRAEM porque se le ha añadido El Mantaro) tal como lo demostró un programa político de televisión en una encuesta entre los parlamentarios.
Por esa razón, en resguardo de la imagen del Congreso, la comisión de ética debería actuar de inmediato y solicitarle al presidente que prohiba a su pelangocha y ex compañera de bancada que ingrese al palacio legislativo, entre otras cosas, para hacer negocios vendiendo productos de belleza a los congresistas, tal como lo asevera la legisladora Natalie Condori. Pienso que eso de venderle perfumes a los parlamentarios es solo un pretexto para estar metida en el Congreso. Es un cuentazo. Aquí, hay gato encerrado, por no decir gata encerrada. Si no hubiera tanta corrupción en los altos niveles del poder, seguramente que este personaje no estaría caminando tan libremente por el salón de los pasos perdidos.
Sus vínculos con el narcotráfico no están aún demostrados, pero es solo cuestión de tiempo y un trabajo inteligente que deberá hacer la policía de manera silenciosa.