El almanaque de los sesenta

 

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A principios de la década de los sesenta Vietnam era una hoguera y el mundo vivía atemorizado por el triunfo de Mao Tse-Tung líder de la revolución china. Los espías rusos de la KGB husmeaban territorio americano desde Cuba y la Central de Inteligencia Americana veía comunistas hasta en la sopa.Eran los aciagos días de la guerra fría. Y claro, los peruanos y en general todos los latinoamericanos vivíamos pendientes de las noticias que se transmitían por radio y se publicaban en los diarios porque temíamos que toda la cuenca amazónica, cayera en manos de cualquiera de estas potencias mundiales porque ganas no les faltabaY el Perú era, entre todas las naciones suramericanas, la más apetecible por su gran potencial energético, su biodiversidad, sus extensas tierras agrícolas, su riqueza minera y, sobre todo, por ser una zona ideal para refugiarse en caso de producirse una guerra nuclear. Por eso, cada vez que salía un ¡flash! o una ¡Noticia de último minuto! Se nos ponía los pelos en punta imaginando que se nos venía una hecatombe.Todos, mucho más los jóvenes, vivíamos pendientes de la radio. La competencia en el éter era a muerte entre la Voz de América, de los EEUU, Radio Moscó, Radio La Habana, la BBC de Londres y Nederland de HolandaEn Perú los informativos más sintonizados eran “Radio Periódico Antena” dirigido por Oscar Cavada Dancourt y leído por Pepe Delgado a través de radio América. “Sol en la noticia” narrado por Antonio Llerena Marotti por radio El Sol y radio periódico El Mundo de radio Victoria, narrado por Juan Ramírez Lazo.Pero no todas las noticias del exterior estaban vinculadas a esa histórica rivalidad entre la URSS y los EEUU, también habían otras…– ¡Urgente! Un cable de AP informa que la “Bomba rubia”, Marilyn Monroe popular estrella de cine murió trágicamente. Su cadáver fue hallado desnudo y tendido en el lecho. De acuerdo a las primeras investigaciones, al parecer, se trataría de un suicidio por haberse hallado a su lado un frasquito del barbitúrico Nembutal”.Al escuchar la noticia, seguramente que instintivamente miles de personas empezaron a mirar con más detenimiento el almanaque con la figura de la reina del glamour que estaba colgado en las paredes de muchos hogares, tiendas, peluquerías, salones de belleza y en cuanta oficina existía porque en esa época el almanaque era un artilugio imprescindible para recordarnos en qué día estábamos, para consultar los días feriados o qué día de la semana tocaba nuestro cumpleaños.Marilyn, tenía 36 años cuando la hallaron muerta la madrugada del domingo 5 de agosto de 1962. Estaba completamente desnuda, sin maquillaje y con los cabellos revueltos, contrariamente a lo que ella deseaba para morir, es decir maquillada y entre sábanas blancas.Vivía tan pendiente de su imagen que Hasta le había pedido a una de sus amigas que, si algún día la hallaban muerta, cuidara que su habitación esté ordenada, sus cabellos ordenados, su rostro maquillado y su cuerpo acomodado.Desde un principio la gente dudó en la versión del suicidio. La mayoría pensaba que se trataba de un asesinato con la sospechosa intervención de la CIA y el FBI para evitar un escándalo si se llegaba a descubrir sus amoríos con el Presidente John F. Kennedy.Su nombre verdadero era Norma Jean Mortenson, pero más se la conocía como Marilyn Monroe, seudónimo que le puso Ben Lyon, jefe de reparto de la FOX, en 1946. “Marilyn” en honor a la actriz Marilyn Miller y «Monroe» en recuerdo del apellido de soltera de su madre.La actriz tuvo una infancia muy triste, teniendo que vivir en un orfanato de donde la adoptaron. Pasó por 12 hogares postizos durante toda su infancia. En 1949 se hizo popular al posar desnuda ante el fotógrafo Tom Kelley, para un calendario y luego en 1953 para la primera plana de Play Boy. Hugh Hefner le pagó solo quinientos dólares por el derecho de tener las fotos.Cuando se convirtió en una estrella vivió un tórrido romance con John F. Kennedy. Se dice que también Robert, el hermano menor del presidente, estaba enamorado de ella. ¿Y quién no? Al ver su figura en los almanaques que colgaban de las paredes de las tiendas y oficinas de todo el mundo, los chicos soñaban con ella y las chicas querían ser como ella.Con ocasión de un viaje que hizo a México para hacer compras, se involucró con Frederick Vanderbilt, heredero de un magnate ferrocarrilero, partidario del comunismo con quien, después de beber champaña, pasó gran parte de la noche en su suite del hotel donde se hospedaba. Al parecer, no solamente fue una atracción física sino también política porque ambos compartían las mismas ideologías.El FBI, que tenía vigilado al magnate, se encargó de hacerle llegar a Robert Kennedy detalles de este encuentro quien, en un arrebato de ira y celos, se cuenta, tiró los útiles de su escritorio por los suelos.Posteriores investigaciones determinaron que antes de su muerte Marilyn llamó a su peluquero y confidente Sydney Guilaroff, a quien le dijo sentirse muy afligida porque Robert había estado en su habitación muy alterado, gritándole.La fiscalía corroboró que efectivamente el hermano del presidente estuvo en Los Ángeles el día señalado. Se reveló asimismo que aquella noche Kennedy había realizado varias llamadas telefónicas de la habitación de la rubia. Por su parte, las amigas de la artista indicaron que días antes de su muerte, Marilyn se hallaba muy nerviosa porque, según les dijo, “sabía muchos secretos de la Casa Blanca”.El 29 de mayo de 1962, fecha del cumpleaños del Presidente John F. Kennedy, la bomba rubia le obsequió un reloj de oro macizo marca Rolex con la siguiente inscripción: “Jack, con amor como siempre, Marilyn”.El reloj fue a parar a manos del presidente a través de su ayudante Kenneth O’Donell. Estaba guardado en una caja de oro y en la tapa tenía labradas las figuras de dos palomas, besándose. En el interior, sobre una almohadilla bordada, se leía “Feliz cumpleaños señor Presidente”. Pero eso no fue todo, la caja incluía un papel con un poema titulado “Una Suplica Cordial en su Cumpleaños” que decía:Que los amantes suspiren.las flores florezcan y suene la música.Que la pasión queme labios y ojos,y que los placeres fluyan por el mundo.¡Que la solana dorada inunde el cielo!Y se me permita amaro se me deje morir.Cuando John F. Kennedy vio el regalo, se atacó de nervios y le pidió a su colaborador que se deshaga del reloj, antes que se entere su esposa Jacqueline. Al parecer, el colaborador se lo guardó porque, años después, en 2005, la casa Alexander Autographs la subastó en l20 mil dólares.Pero esa no fue la única ocurrencia de Marilyn, días antes del cumpleaños del presidente, en una fiesta celebrada en el Madison Square Garden de Nueva York, muy emocionada cantó el Happy Birthday, a sabiendas que la escena sería captada y transmitida por la televisión.No obstante del transcurso de los años y el desgarro hoja tras hoja de los almanaques, la foto de Marilyn seguía vigente, utilizada por las imprentas que vendían almanaques, burlando las licencias y sin pagar regalías.Un año después, otra noticia volvió a conmover al mundo…– ¡Flash de último minuto! Asesinan al Presidente Kennedy. Un cable de la agencia UPI fechado hoy 22 de noviembre de 1963 informa que el Presidente John F. Kennedy fue asesinado alcanzado por un disparo en la sien derecha, en Dallas, Texas. El Mandatario de 46 años de edad fue herido cuando avanzaba en un automóvil descubierto por el centro de la ciudad. Tras la descarga, Kennedy se desplomó sobre el asiento. La señora Jacqueline Kennedy resultó ilesa y pudo sostener la cabeza del Presidente hasta ser internado en el Hospital.Cuando se dio esta noticia, yo me hallaba almorzando con mi abuela por la línea paterna. Horrorizado me paré y en mi intención de levantar el volumen del rario tropecé arrojando las cosas por los suelos, pero ni eso evitó que mi abuela y yo, nos mantuviéramos con las orejas pegadas al receptor por un buen rato.Las informaciones llegaban unas tras otras. El atentado se había producido a las l2.30 horas y el fallecimiento del presidente a la una de la tarde.El vicepresidente Lyndon B. Jonson, quien se encontraba en la caravana fue retirado de inmediato para prestar juramento formal de su cargo, mientras la policía capturaba a Lee Harvey Oswald de 24 años, como principal sospechoso.Todo el mundo estaba convencido que Oswald, un ex agente de la CIA, fue solo quien apretó el gatillo y que detrás de él se ocultaban oscuros intereses políticos de la ultraderecha estadounidense. Se decía que el atentado fue el resultado de una conspiración por la política de desmilitarización aplicada por el gobierno de Kennedy en la guerra del Vietnam y su lucha tenaz contra los traficantes de armas.Días después, Oswald fue muerto por un disparo efectuado por Jack Ruby, cuando era trasladado bajo custodia policial.Apenas terminé de almorzar salí a la calle para llamar por teléfono a mi madre que vivía en Abancay. En ese tiempo, no todos tenían la suerte de poseer en sus casas una línea telefónica, por eso tuve que ir hasta la Av. La Colmena, donde se hallaba la oficina central de la Compañía Peruana de Teléfonos. En el interior, cientos de personas pugnaban por conseguir una comunicación con los Estados Unidos, aterrorizados por lo que pudiera pasar luego del asesinato del presidente. Hasta que por fin entró mi llamada.–Aló, mamá, que gusto de escucharte.–Hola hijito, ¿Cómo estás? Desde hace dos horas no me muevo de la casa esperando tu llamada. Te cuento que tu abuela decidió ceder a la Municipalidad una franja de La Quinta para que prolonguen la Av. Garcilaso y otra para que construyan un pasaje con salida a la Av. Núñez. Por este gesto, el Alcalde y varios de sus concejales vinieron para agradecerle. Nos han pedido sugerir un nombre para el pasaje. ¿Tú qué opinas?–Mami, te cuento que Lima está conmovida por el asesinato de Kennedy. Presidente de los EEUU.–Si hijito, lo escuchamos por radio. Qué pena, parecía un buen hombre. Elevaré mis oraciones por su alma.– ¿Qué te parece el nombre de “Pasaje Kennedy”?− Me parece bien. Consultaré con tu abuela y tus tíos.La idea fue acogida sin objeciones por mis familiares y por la Municipalidad.El tiempo pasaba inexorablemente y las imprentas seguían utilizando la figura de Marilyn. En enero se colgaba un nuevo almanaque y en diciembre se retiraba para cambiarlo. Las páginas se arranchaban cada mes, de enero a diciembre, pero la imagen de Marilyn se seguía utilizando, al menos así fue hasta el final de la década de los sesenta.El 5 de junio de 1968 fue abaleado Robert Kennedy, hermano de JFK en momentos que salía del hotel Ambassador de Los Ángeles, después de haber derrotado al senador McCartney en las primarias del Partido Demócrata para postular a la presidencia de los Estados Unidos.En su discurso, Robert había prometido acabar con la división entre negros y blancos, entre pobres y ricos y entre los jóvenes y mayores. Su esposa Ethel, embarazada de su último hijo, también se hallaba en la reunión.Se dijo que la extrema derecha había ordenado su eliminación por sus tendencias izquierdistas, su oposición a la guerra de Vietnam y su apoyo al movimiento afro-norteamericano por los derechos civiles.Robert, era un político muy joven y muy carismático. Antes de su trágica muerte vino de visita a Lima y Cusco en una gira de buena voluntad antes de ser candidato a las elecciones primarias del partido Demócrata.Así informó el diario El Comercio Cuando Robert “Bob” Kennedy llegó a Lima:»Con la misma figura de su hermano mayor John, un poco más bajo, pero con el mismo carisma y simpatía, Robert Kennedy llegó por primera vez a Lima un 10 de noviembre de 1965.El senador norteamericano recibió una cálida bienvenida en el aeropuerto Jorge Chávez a donde llegaron muchas personas que pugnaban por estrecharle la mano. Kennedy tuvo una apretada agenda durante los tres días que estuvo en el Perú. Ni bien arribó a Lima sostuvo una reunión de dos horas con la juventud en el auditorio del Instituto Cultural Peruano Norteamericano donde dio un vibrante mensaje.“La justicia significa una buena educación por cada niño y solo con educación para todos se puede crear una economía moderna y desarrollar la completa tecnología del siglo XX”, enfatizó. Al finalizar su discurso fue levantado en hombros por los estudiantes.Siempre luciendo una sonrisa impecable, el hermano menor de JFK almorzó con el presidente Fernando Belaunde Terry en Palacio de Gobierno. (Ver foto)Al día siguiente Bob Kennedy viajó al Cusco acompañado por su esposa Ethel. en un avión de la compañía Faucett. (Ver foto) El joven senador visitó Sacsayhuamán. En todo su recorrido fue aplaudido por los cusqueños quienes le gritaban: “Hello Bob”.“Cada país debe resolver por sí mismo sus problemas”, fue su opinión sobre la nacionalización del yacimiento petrolífero de La Brea y Pariñas. En otro pasaje de la conferencia de prensa, Kennedy aseguró que el gobierno de Estados Unidos no aplicará sanciones económicas si el Perú nacionaliza el complejo petrolero de la Brea y Pariñas..Luego de salir del aeropuerto Velasco Astete de Cusco, se dirigió a la plaza de Armas sobre la tolva de una camioneta. Coincidentemente, yo me encontraba en las puertas del Paraninfo Universitario con un grupo de compañeros de la facultad de Derecho. Ante nuestra insistencia Kennedy se bajó para improvisar un diálogo. Hablaba español, aunque no fluidamente pero se dejaba entender. Brevemente nos dio a conocer sus planes para América Latina, pero lo que más me impresionó fue su sinceridad al hablar de las discrepancias con Lyndon B. Johnson con relación a la guerra del Vietnam, hecho que había motivado su renuncia como Fiscal de los EEUU.Lamentablemente nadie tenía una cpamara fotográfica para sellar ese momento, mucho menos una grabadora.Lo que no sé es si sostuvo algunas otras reuniones con grupos sindicales y empresariales porque su agenda no se reveló por razones de seguridad.Y así, pasaron los años, como pasan las golondrinas cuando muere el verano. Las nuevas generaciones adoptaron a nuevas figuras como sus ídolos. Surgieron nuevos personajes en el campo de la política, la ciencia, la música, el cine. Sin embargo, todo lo que ocurrió en la década de los sesentas, será muy difícil de olvidar. El almanaque de esos sorprendentes años seguirá colgado en nuestro recuerdo y el pasaje donado a la ciudad por mi abuela seguirá llevando el nombre de John F. Kennedy, salvo que a algún alcalde se le ocurra cambiarle de nombre, solo por el prurito de camibiarle en lugar de construir una nueva arteria, sin tener en cuenta que las calles son como las personas. Se les pueden cambiar de nombre, pero no es lo correcto ni conveniente por todos los problemas que acareean. Por alguna razón se bautizaron con ese nombre y debería respetarse esa decisión.Años después fue en el gobierno municipal del alcalde Manuel Cámpos Céspedes que se asfaltó y se le colocó veredas, manteniendo su nombre original: Pasaje Kennedy. .

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