El Candidato

Las ondas sonoras de “radio Linda” surcaban el éter libremente en la frecuencia modulada, día y noche, acaparando la sintonía en los conos del sur de Lima. Sus estudios ubicados en el cuarto piso de un edificio que parecía de mala muerte porque por fuera daba la apariencia de ser pobretón, pero por dentro era a todo lujo. Las instalaciones estaban discretamente custodiadas por fornidos wachimanes, como si se tratara de la sede de una institución militar.No obstante, en el primer piso del edificio funcionaba una gran tienda de abarrotes. En la parte posterior había un depósito de cerveza al que ingresaban los camiones previa autorización y chequeo en la caseta del portón metálico.En el interior funcionaba una casa de cambios y préstamos, clandestina. Todos los negocios, incluido el edificio eran del mismo propietario, manejados a través de testaferros. Su fortuna, al parecer, provenía de operaciones ilícitas y de empresas fantasmas.No tenía una pareja estable. La primera con quien tuvo dos hijos, se separó por maltratos sicológicos y físicos. En sus negocios empleaba a jóvenes generalmente guapas, con la intención de convertirlas en sus amantes, quienes, entre ellas, se miraban con desconfianza.Radio Bonita, no tenía licencia, tampoco al propietario le interesaba formalizarla porque tenía comprados a los inspectores del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, a quienes los mantenía ciegos y sordos previo pago de jugosas propinas. En resumen, era una emisora clandestina, mejor dicho pirata, protegida por funcionarios corruptos.-Don Albino, ¿por qué no se lanza de candidato al Congreso? Con el apoyo de la radio ¿qué partido no quisiera tenerlo en sus filas? Ya tiene dinero, lo que le falta es poder y eso se logra siendo parte del gobierno. Le susurraba al oído el contador de sus empresas, apoyado por sus compinches más cercanos que fungían de asesores..-No es mala idea. Lo pensaré.-Con la plata se puede lograr todo, mire, cómo “la china” casi sale presidenta regalando tapercitos. Recuerde que a Acuña lo eligieron Gobernador dando plata como cancha. Nosotros podemos dar 20 soles por voto y se acabó el asunto. Solo hay que intentarlo.-De acuerdo, tienen razón vamos a meternos en política. ¡carajo, agarremos una curul!En este apartado lugar de la periferia limeña, todo y todos tenían algo que ver con el empresario radial: los bares, las fondas, los huariques, calzonieres y cloacas llamadas discotecas o restobares. Igualmente el gobernador, el alcalde,la policía hasta el cura de la parroquia a quien le hacía llegar jugosos óbolos.Y con mayor razón en la radio Albino Contreras era el rey supremo, el amo y señor. Sus locutores chacoteros se encargaban de poner la bulla y los temas musicales que los oyentes querían escuchar, la chicha dura, los boleros cantineros, los valses llorones compuestos por autores desengañados y cantados por intérpretes sufridos. Y entre canción y canción le pasaban la mano al dueño inventándole cualidades que no poseía, solo por sobarlo y por conservar el puesto.Indignaba escucharlos comentar de “las excepcionales cualidades del empresario de éxito” Albino Contreras, quien había logrado escalar desde abajo. Sus aduladores cumplían a cabalidad con darle una imagen de empresario honesto y de gran señor, con un gran sentido de humanidad, cuando era todo lo contrario. Las alabanzas se acentuaron mucho más por órdenes de los asesores del propietario.En radio Linda todo era informal porque estaba hecha para oyentes también informales. Su programación, sus oficinas, su música, los comerciales, las voces de sus locutores y la perorata de los adivinos y astrólogos encargados de venderles falsas ilusiones a los incautos oyentes, todo era producto de la improvisación.Los concesionarios que alquilaban espacios y hacían uso del micrófono, asimismo, eran personajes incultos que nada tenían que envidiar a los vendedores de sebo de culebra de las calles polvorientas ahogadas en basura, de esas vías atosigadas de vendedores ambulantes, de escaperos y chicas bien.Los locutores gozaban hasta el paroxismo mofándose de los incautos oyentes que llamaban por teléfono para solicitar un tema y estos a la vez se dejaban humillar alegremente, porque parecía que también disfrutaban con las chanzas de estos malandrines sin licencia para hablar detrás de un micrófono.Radio Linda tenía otros programas, pero igual de estrafalarios, conducidos por brujos, chamanes, hechiceros, sanadores y cuanto charlatán contrataba espacios para presentarse en nombre de Dios y engatusar a los intonsos. Y todos ellos, por congraciarse con el dueño, hacían comentarios favorables a su persona y aplaudían “la gran idea de lanzarse como candidato al Congreso”. Y mientras él engordaba sentado en el mullido sillón de su oficina, con las piernas sobre el escritorio y sonriendo de oreja a oreja, estos parlanchines se encargaban de hacerle propaganda barata, pero propaganda al fin…Contreras gozaba hasta el éxtasis, no solo porque le hacían gracia las historias que contaban de él los embaucadores de su radio sino porque cada segundo que pasaba era un nuevo sol más que ingresaba a sus bolsillos por el alquiler del espacio.Pero, cómo no iba a estar feliz, si su único trabajo consistía en mirar el reloj para controlar que “ningún pendejo” se sobrepase del tiempo que les tenía asignado, de acuerdo al contrato y ver sus otros negocios a través de las cámaras de seguridad que mandó instalar para que no le hagan el avión ni le tome el pelo.En la cabina de locución, el aprendiz de chamán, hacía lo propio, chequeaba su reloj para no pasarse ni un solo minuto y pagar más. Sonreía calculando la cantidad de plata que ganaría después de la emisión del programa en su “oficina” tal como la llamaba a un cuchitril de mala muerte que tenía cerca del mercado, también informal, de este pueblo joven abandonado a su suerte…Maldecía al ver correr el segundero de su reloj pulsera Cartier “bamba” comprado en uno de sus viajes a Desaguadero porque, decía, que le faltaba tiempo para terminar el rollo de consejos que tenía preparado para difundirlo justo a la hora en que las amas de casa hacían malabares en la cocina para parar la olla, antes que lleguen sus hijos de la escuela con un hambre de los mil demonios.Jeremías, era uno de esos embaucadores que, en ese momento se hallaba frente al micrófono.Al darse cuenta que el tiempo se estaba agotando, comenzó a apurar sus palabras como una metralleta y con todo desparpajo siguió engañando a sus oyentes, hasta el último segundo.–Querido hermano, la única forma de salvar tu alma es estar bien con Dios. ¿Y, cómo? Te preguntarás. Yo te lo voy a decir, amable oyente, porque ahora tienes la mejor oportunidad de tu vida para ayudar a un hombre necesitado. Quiero confesarte que Dios me ha iluminado para decirte que un hermano nuestro está en graves dificultades económicas. No tiene ni un pan que mitigue su hambre. Por eso necesito de tu contribución. Hazme llegar hermano del alma tu ayuda. No importa la cantidad que sea. Dios espera de ti un gesto de benevolencia por más pequeño que sea. Envía tu contribución a la siguiente dirección (…) Y ya verás que Dios te lo devolverá multiplicado por miles como lo hizo con los peces, el vino o el pan, tal igual lo señala la Biblia.Y como estos charlatanes siempre dicen ser los iluminados del Señor…y el instrumento de sus milagros, hay gente que les cree y le hacían llegar sus aportes.Algo inaudito en un medio donde la pobreza reina y las necesidades ahogan a los habitantes.Como si esto fuera poco , estos vendedores de ilusiones no tienen reparos para contratar una descomunal publicidad que no escucha Indecopi, no obstante que los locutores gritones se esmeran magnificando la propaganda engañosa al extremo de hacer subir la aguja del decibelímetro al tope.–Hermano de mi alma, hermana de mi corazón. No más preocupaciones, no más aflicciones, ¡Llegoooo el hermano Saturnino para resolver tus problemas de amor, matrimonio, fidelidad, tu casa, tus hijos, negocio y trabajo. ¡Tú que padeces de esa enfermedad incurable, deja todo en manos del hermano Saturnino y cambia tu vida!Y nadie, Indecopi, ni el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, el Ministerio de Cultura, el municipio, ni niño muerto, pueden evitar este engaño público, artero y descarado.Hasta que un día, el dueño de la radio leyó en el diario que el Partido Democrático Nacional (PDN), estaba formando sus cuadros para las próximas elecciones y, sin pensarlo dos veces, lo llamó al Secretario General.-Mire, Dr. Fernández, Le habla Albino Contreras, mi deseo es participar por el PDN en las próximas elecciones porque estoy identificado con la ideología del partido. Como sabe yo tengo una radio y alguna que otra empresa de éxito más y puedo ofrecerles todo mi apoyo.-Lo siento, la lista está cerrada, Además, usted no está inscrito en el partido, salvo que participe como invitado.-¡Qué inscripción, ni qué niño muerto! Dígale al presidente de su partido que Albino Contreras está dispuesto a aportar 100 mil dólares para la campaña, siempre y cuando encabece la lista.-Está bien, está bien, no se me altere Don Albino. Se lo haré saber al presidente de mi partido, espere mi llamada por favor.Pasaron los días y entretanto, el dueño de la radio, seguía esperando la llamada, hasta que esta no tardó en llegar.-Por encargo del presidente del partido le comunico Don Albino que su propuesta ha sido aceptada, pero no encabezando la lista sino en el segundo lugar.-Y qué podría pasar para que yo encabece la lista?-Bueno, que muera el primero o sufra un mal que lo incapacite. Pero, como eso no va a ocurrir, solo le podemos ofrecer el segundo lugar.-No hay problema, cerramos el trato.-Ok, Bienvenido al partido.Tras la aceptación, lo primero que hizo el dueño de la radio fue reunir a todo el personal y comunicarles que a partir de ese instante toda la radio estaría al servicio del PDN y todos los locutores, conductores y concesionarios deberán unirse por solidaridad a promover su candidatura.Con el paso de los días la campaña se fue intensificando y en los conos empezaron a aparecer carteles por todos lados con la figura de Contreras. Sin embargo, de acuerdo a las encuestas, el PDN solo tenía opción a colocar un Congresista. Esto lo dejo sin sueño al propietario de la radio.Cuando faltaban pocos días para que finalice el plazo de inscripción de las listas en el Jurado Nacional de Elecciones, en un penoso accidente de tránsito perdió la vida el primero de la lista de candidatos del PDN. Cuando salía del local partidario fue envestido por una camioneta que se dio a la fuga. Y no obstante del impacto de la noticia y las suspicacias, no se pudo dar con el conductor que provocó la muerte del candidato.Al presidente del partido no le quedó otra cosa que correr el orden de la lista y colocar al final a otro militante para cumplir con la inscripción. De esa manera Albino Contreras encabezó la lista de candidatos por Lima del Partido Democrático Nacional.La población estaba sumamente indignada por la forma cómo había muerto el cabeza de lista del PDN y todos lo sindicaban al candidato Albino Contreras como el autor intelectual de un supuesto crimen vilmente planificado.Contreras tuvo que gastar mucho dinero para acallar las voces de los medios y frenar las investigaciones. Asimismo a base de coimas logró frenar una denuncia por haber mentido en su hoja de vida, indicando que había logrado el título de administrador en una universidad de la zona cuando era totalmente falso. Al mismo tiempo ordenó que, de manera muy reservada, se ofrezca 20 soles a cada elector que vote por él.Los personeros de mesa igualmente fueron pagados para que sean quienes chequeen el cumplimiento de esta compra de votos. El elector luego de anotar su preferencia, antes de depositar la cédula en el ánfora debía mostrar disimuladamente su voto y el personero anotaba en un papel el nombre del votante.A pocos días de las elecciones, todo estaba muy bien planeado para que Contreras sea elegido, los medios empezaron a hblar de él y las encuestadoras lo colocaban como seguro ganador de una curulEl dueño de la radio creía que todo lo tenía controlado. Un día, como siempre se hallaba en su escritorio y al ver que el reloj de pared colgado frente a él marcaba la hora “en punto”, presionó el botón del intercomunicador para ordenar al operador que corte el programa de Jeremías porque ya estaba por ingresar “Madame Manflora”, la popular adivina que deslumbraba a los oyentes con su vocecita delicada, sus coquetos juegos de palabras y sus atrevidas frases en doble sentido. Más que sus palabras floridas Manflora encandilaba al dueño de la radio con sus curvas anatómicas voluptuosas.En el micrófono, Madame Manflora, parecía una niña tímida, que no era capaz de matar una mosca, pero fuera de la cabina era una fiera, peor que una hiena. Y ni bien ingresó a la oficina, la muy fresca se le acercó al propietario para saludarlo y le estampó un sonoro beso en la mejilla. Y mientras lo acariciaba le dijo…–Apenas me desperté, lo primero que hice fue pensar en usted y consultar las cartas. Y…Sabe lo que me han dicho? ¡Que será elegido Congresista!El propietario de la radio informal la escuchaba embobado, con los ojos puestos en sus abultados senos a fuerza de siliconas que la diva los sabía mostrar muy bien a través del escote de su blusa, siempre a medio abotonar. ¡Lo tenía loco!–Manflora, te quiero recordar que tienes cinco meses de atraso por el alquiler del espacio. Con esto de la campaña tenemos muchos gastos. Masculló el dueño, con voz casi suplicante.Y mientras se sentaba en el sillón, ella le respondió con una coqueta sonrisa y un deslumbrante cruce de piernas, que hasta se le vio la trusa. El propietario enmudeció y se perdió por un instante en el limbo, hecho que fue aprovechado por la adivina para ingresar rápidamente a la cabina de locución.Madame Manflora tenía más oyentes que el presidente en su mensaje a la Nación. Con su charlatanería subyugaba a los miles de cabezas de chorlitos que la escuchaban. Podía quedarse horas y horas hablando tonterías sin perder sintonía. Tampoco el propietario se lo podía impedir porque cada vez que lo intentaba se le caían las babas y como Madame Manflora no tenía un pelo de tonta, le hacía creer que era la adivina preferida del vice Ministro de Transportes y de la esposa del jefe de la oficina encargada de los trámites de las licencias de radio. En vista que el propietario era consciente que su emisora era una “radio pirata”, tenía que hilar muy fino con ella.-No vale la pena molestarla- Pensaba, porque tenía la esperanza que en cualquier momento la adivina iba a pagar su deuda, de una u otra forma, sobre todo de la manera que él lo soñaba.De esta debilidad Madame Manflora se aprovechaba a su regalado gusto y por eso creía tener toda la libertad para hacer con él lo que le venía en gana y de paso engatusar a sus oyentes, a quienes descaradamente los invitaba a visitar “su consultorio” para leerles las cartas y esquilmarlos sin conmiseración.Manflora, ganaba mucho dinero, sin embargo no le daba la gana de cancelar sus deudas. Hasta que apenas salió de la cabina, el propietario no aguantó más y decidió ajustarle las clavijas.Apenas ingresó Manflora a la oficina del empresario, el hombre la colmó de halagos y no paró con sus insinuaciones hasta despertar en ella sus instintos libidinosos. Sus bromas e indirectas se hacían cada vez más atrevidas. Y no demoraron en pasar de los dichos a los hechos, olvidando que las dos cámaras de video de la oficina, estaban encendidas y grabándolo todo.Ambos rodaron por la mullida alfombra. Y cuando el propietario estuvo a punto de hacerse pago de todas las deudas, bastó un pequeño descuido y la adivina lo tomó con tal fuerza que él no pudo evitar quedarse con su abultado vientre contra el suelo. Y Manflora no paró hasta llegar hasta las últimas consecuencias. Fue cuando el infeliz recién se dio cuenta que la hermosa adivina, la preciosa Manflora, la diva de sus sueños, no era una mujer, era un homosexual. Y, en menos de lo que canta un gallo, el propietario de la radio pirata dejó de ser el “empresario machazo” para convertirse en el fantoche del pueblo porque la cinta con la grabación de su fatal aventura dio vueltas en las redes sociales filtrada por los mismos empleados humillados e indignados con tanta farsa. Uno de ellos, el que más le tenía ojeriza se encargó de enviar una copia a las autoridades y sus compañeros de trabajo de difundirla por el ciberespacio.Avergonzado y humillado en lo más profundo de su ser, no le quedó otra cosa que renunciar a su candidatura. Ante el escándalo, recién saltaron los funcionarios del Ministerio de Transportes y Comunicaciones y clausuraron Radio Bonita. Al mismo tiempo Inteligencia Financiera, descubrió que todos los demás negocios de Albino Contreras eran producto de operaciones ilegales y del narcotráfico. El Ministerio Publico ordenó el allanamiento de todas sus propiedades y su detención preventiva por 36 meses, con lo que culminó toda esta patraña.

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